martes, 4 de noviembre de 2014

Niños y mascotas



El poeta William Blake escribió una vez: "Todo aquel que vive, no vive solo ni para sí mismo". Esto es especialmente cierto cuando se trata de nuestras mascotas. Y sin duda puede ser una de las lecciones más importantes que las mascotas enseñan a los niños.

Los padres suelen traen una mascota a la familia para enseñar a los niños el sentido de responsabilidad, o tal vez para proporcionarle a un hijo único un compañero de juegos. Pero lo más importante es que la convivencia con mascotas tienen grandes beneficios para el niño:

- A través de un animal doméstico el niño tiene la oportunidad de expresar cariño y afecto al momento de cuidarlo y atenderlo, pero para que el niño obtenga este beneficio es muy importante que entienda que su mascota es un ser vivo que además de cuidados, reclama respeto.

- Una mascota ayuda en la madurez del niño, le enseña el valor de adquirir un compromiso.

- Al hacerse cargo de los cuidados de su mascota se estará desarrollando su sentido de responsabilidad. 

- Aumenta la confianza en si mismo porque se da cuenta que sus padres le han confiado el cuidado de la mascota y se siente capaz de ello. Aunque por otro lado también es muy importante que se sienta apoyado por su familia sobre todo en los momentos difíciles, por ejemplo cuando su mascota enferme o en los momentos en que el niño no esta en casa.

- Es más sensible y tolerante , porque llega a comprender las necesidades de los demás, así como también sus diferentes formas de expresarlas.

- A través de su mascota el niño comprende que además de las palabras existen otras formas de transmitir cariño.

- El cuidar a su mascota lo obliga a organizarse y a disciplinarse de tal manera que pueda cumplir con sus deberes, cuidar del animal y tener su tiempo de descanso.

- El interés en su mascota y los cuidados que el niño le proporciona se vuelve un tema de conversación y de acercamiento hacia su familia y amigos.




Pero no nos debemos olvidar que tener una mascota es una gran responsabilidad
A menudo los niños son los que piden la incorporación de una mascota a la familia y suelen mostrarse encantados con que un animal llegue a casa, pero raras veces son conscientes de las responsabilidades que tener una mascota implica. Sin duda, si les explicamos el tema antes de que llegue el cachorro o el adulto adoptado, ellos van a aceptar todas las tareas que les digamos que van a tener que realizar, pero otra cosa es lo que va a ocurrir con la práctica del día a día.

La mayoría de las veces, acaban siendo los padres los que se ocupan por completo de los cuidados del animal porque los niños se desentienden del animal pasados los primeros momentos. Si se les permite esto, se estará transmitiendo el mensaje de que las mascotas pueden tratarse como un capricho o como un juguete que se deja en un estante cuándo ya no entretiene,  o el de que realmente no tienen por qué hacerse responsables de nada, ya que otra persona asumirá el trabajo que ellos no realicen.

Tampoco estamos hablando de obligar a un niño pequeño a que asuma más responsabilidad de la que es capaz o de presionar a un adolescente para que invierta todo su tiempo libre con el animal. Sino que se trata de desarrollar buenos hábitos y de transmitir al niño que el animal es un ser vivo que puede dar mucho cariño y ser un buen amigo, pero que necesita de nosotros y de nuestros cuidados.

La mayoría de los expertos coinciden en que a partir de los ocho años se pueden dar al niño responsabilidades individuales, siendo preferible ayudarles a realizar las tareas hasta esa edad. Una de las principales responsabilidades o tareas que el niño puede asumir fácilmente es el de darle la comida a la mascota de una forma adecuada, en la cantidad y el horario debidos. Al principio debemos de controlar su trabajo, pero es bueno que el niño vaya haciéndolo por si mismo sin que se lo recordemos. A la vez que el niño vaya haciéndose adolescente se le pueden ir sumando más responsabilidades como la de pasear a su mascota.
Otros trabajos que pueden realizar los más pequeños de la casa son el cepillado del animal o encargarse de que los juguetes de su mascota estén recogidos. Debemos de felicitar al niño cuándo cumpla con sus tareas sin tener que recordárselo.






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